Amar la poca poesía
que mi madre entiende
y recordar, con ella,
poemas inmortales.
No hacernos falta
la biblia de las palabras
para descifrarlos.
Cada año, y van
cincuenta y dos,
esperando juntas
al renacuajo que hoy
nace sin pan bajo el brazo,
sin embargo,
por la arrogancia del gusarapo,
lo festejaremos esta noche
cada una por su lado.
¡No desesperes!
Y regálame un dibujo, madre,
que ya sabes que no busco regalos,
solo abrazos
y que,
debajo de esa mascarilla que tanto te asfixia,
tu boca pequeña, con mis ocurrencias, sonría
y que tus ojos, empañados,
me chiven que es verdad
que lo has logrado.
Anmarí D’aro
Que tierno. Muy bello. Gracias
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Gracias, Javier. Felices fiestas.
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