En mí cabe todo lo tuyo.
En mi espalda, tu aliento.
En mi boca, tu beso.
En mis pies, tus cosquillas.
En mi sexo, tu deseo.
En mi alma, tu agnosticismo.
En mí cabe todo lo que somos.
Àngels Orad

Poemas hechos con sentimiento.
En mí cabe todo lo tuyo.
En mi espalda, tu aliento.
En mi boca, tu beso.
En mis pies, tus cosquillas.
En mi sexo, tu deseo.
En mi alma, tu agnosticismo.
En mí cabe todo lo que somos.
Àngels Orad
Aquel que no entiende tus silencios, lo más seguro es que tampoco entienda tus palabras. (Elbert Hubbard)
Los silencios son momentos de reflexión en los que todo lo que tenemos guardado dentro se prepara para salir, como un rayo, sin misericordia, por derecho.
Pero afortunadamente somos capaces de reconducir todo lo que nos molesta o nos aflige, o al menos lo intentamos,
a través de nuestra capacidad de confrontación, experimentando llegado el caso, que el mismo silencio nos provoque una purificación vital, una amplitud de miras y alguna que otra dote de empatía.
Sin olvidar, no obstante, que la mayoría de las veces el solo silencio ya es la mejor manera de explicar qué es lo que ocurre, solo que, al no hacerlo con vocablos, por voluntad o por la convicción de que los elegidos no serán entendidos, la interpretación de estos sentimientos y silencios solo es propia y, en ocasiones, muchas, de escaso o paupérrimo sentido para el destinatario.
Aun así, el silencio siempre es mejor que el grito ¿No?
En esta ciudad, siendo el mes en curso de este año, el día en que escribo esta carta, de verdad, no importa.
Mi amado maestro:
Tan solo unas cuantas líneas para hacerte partícipe de una de mis muchas elucubraciones, que como ya sabes, no son pocas.
¿Te has parado a pensar qué significa la palabra nosotros? ¿Cuándo nosotros adquiere el verdadero y pleno significado?
Nosotros: De nos y otros.
Pronombre personal, primera persona, masculino y femenino, plural.
Forma que, en nominativo o precedida de preposición, designa a las personas que hablan o escriben.
Hasta aquí todo claro. Nosotros.
Te has dado cuenta entonces que, nosotros, tú y yo, ya somos otros nosotros y que, siendo un nosotros puro no dejamos de serlo de una forma deliciosa, aún no siendo un nosotros absoluto.
Somos un nosotros-hijos, ya que no dejamos de atender a nuestros padres. Somos un nosotros-padres, ¿quién a caso va por delante de ellos? Somos un nosotros-amigos, nosotros-compañeros, nosotros-conocidos…
Quizá te parezca todo esto un verdadero absurdo, una idea baladí sin pies ni cabeza, pero, es la forma más auténtica que conozco de decirte sin decirlo que te…
Tuya, Margarita
La desidia repta por espacios secos
y mata la ilusión infante
que un día nos hizo sonreír.
No hay escudo que nos defienda del sueño
que se traga, sin contemplaciones, la esperanza.
¡Pero en mi interior sé que no he olvidado bailar…, Bailar!
Àngels Orad
Digues que no quan vulguis dir que no!
No és fàcil, però tampoc impossible.
Lluita! 💜
Parla! 💜
Crida! 💜
Tant de bo arribi el dia en què el vuit de març sigui tan sols un dia més del mes. 💪🏻😍
Àngels Orad 💜
Para que tú estés bien
voy a regalarte siempre la razón.
Yo no la necesito.
¿Qué hago con ella si, dándomela, haces ver que antes era tuya?
No hay nada de ti
que quiera
si antes he de pedírtelo;
ni una caricia,
ni un beso,
ni un abrazo.
Nada.
Cuando estés en el vedado, ya lejos de mí,
tú… debuta libre,
que yo siempre fui de leer,
y en este goce solitario, si lo leído es bueno,
el tiempo carece de importancia.
A tu vuelta si ya duermo, hidalgo, despiértame que tendrás besos y abrazos
y no habrás de mendigarlos;
porque… ¿acaso lo hiciste alguna vez?
Anmarí D’aro
Àngels Orad
El desaliento es inasequible al luchador,
al poeta y al devoto.
Pero a veces todos los días son lunes.
El desaliento se nutre entonces de historias pobres y restos pútridos… Antes de nacer se apellidaba ganas.
Cuando debuta, el desaliento, se perpetúa en las paredes-vasija
y huye de toda muestra de amor.
¡Ay, Señor!, quién pudiera matarlo antes de nacer sin ser pecado,
cerrándole la boca a fuego y atándole bien las manos.
Un aborto al desaliento, pide el poeta,
o al menos…
Un aborto lento.
Àngels Orad
Anmarí D’aro
Tengo miedo.
Miedo de alguna gente;
de esa casta inconsciente que atraviesa muros vedados.
Del cigarro libre.
De la nieve que se vuelve títere y de sus tristes acólitos.
Tengo miedo de las canciones que no suenan,
de las fotografías rotas,
de las oraciones cortas,
de los libros quemados,
del espacio insuficiente
y de un médico que no llama.
Anmarí D'aro
He pensado en tus manos y me han brotado hojas.
Una dulce humedad se ha adueñado de las paredes
y he cambiado de estación.
Miles de flores, como guirnaldas protagonistas de un árbol infinito,
han ido recorriendo mi cuerpo,
y la arena, que tenía acumulada en el centro del desierto,
ha desaparecido.
Àngels
Hoy desde el balcón,
donde el sol ha vuelto a secar la ropa,
he pensado en ti
y en todos los besos que nos damos que, como gotas de un deshielo eterno,
me han vuelto a calar.
Quisiera quedarme quieta
y contigo.
Quisiera no saber usar la mascarilla ni tener el alma enlutada por los que se van,
ser tan solo un ojo que escucha y boca que ve,
pero ya no nieva
y la poca nieve, que queda a la orilla del camino,
hay quien dice que se pudre.
Me apoyo en la barandilla
sujeta-suspiros y me digo:
¡ojalá la vida sigua dándome besos que roban el aire!,
que a mí, la nieve que se pudre en la orilla del camino me da igual
que, como una falsa amistad, ya se esfumará.
Anmarí D’aro