No te quiero en mi vida,
te odio y te voy echar.
Cerraré, si persistes en quedarte, la ventana,
la puerta y el corazón.
No te quiero en mi vida; ya lo he dicho.
Te imagino, cabrona, en la de otros, como monstruo sin cabeza, arañando las entrañas y destrozando los proyectos.
¡Desaparece!
Demasiado tiempo estuvimos juntas para que ahora quieras volver.
Te conozco en demasía, te aborrezco porque mordiste, sin decoro, el alma mía.
Todavía tengo cicatrices.
No seré tuya otra vez.
¿Me oyes?
¡Vete!
Aquí no te dejaré vivir.
Vete, tristeza,
porque como decía Neruda, aquí, vive una poeta.
Ya lo he dicho

Deja una respuesta