Voy uniendo palabras
que danzan caprichosas en mi testuz,
mientras el lienzo espera,
y la pluma acecha.
Las letras me miran
y anhelan que las meza
y pugnan por quedarse
por siempre a mi ribera.
Los versos que retoñan
tan solo serían letras,
si saliendo piano piano de mi boca,
el corazón…
no te tocan.
Anmarí D’aro.
Derechos reservados.
Deja una respuesta