Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

Un aborto lento

El desaliento es inasequible al luchador,
al poeta y al devoto.

Pero a veces todos los días son lunes.

El desaliento se nutre entonces de historias pobres y restos pútridos… Antes de nacer se apellidaba ganas.

Cuando debuta, el desaliento, se perpetúa en las paredes-vasija
y huye de toda muestra de amor.

¡Ay, Señor!, quién pudiera matarlo antes de nacer sin ser pecado,
cerrándole la boca a fuego y atándole bien las manos.

Un aborto al desaliento, pide el poeta,
o al menos…
Un aborto lento.

Àngels Orad
Anmarí D’aro

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: