Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

Ya apenas te conocen

Hoy tenía hambre de silencio y
de caricias sin permiso.
Hambre de enfrentarme a tu raíz.
Pero se muere mi esplendor en la espera,
y yo, sigo prisionera de las llamas.
Mis labios ya apenas te conocen.
De noche somos cuerpos que descansan,
pero de día, al sol,
me voy secando
como las vasijas de arcilla.
Y mi cueva, donde a menudo gorgoteaba espuma,
hoy posee recodos ávidos de pez.

Àngels Orad

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: