EL MAR.
El mar,
enorme y mediterráneo
como el amor que por él siento,
me mira, hambriento de verano.
Las olas, a su vez,
brillantes a la par que sensuales,
se contonean frente a mis pies,
acariciándolos con deleitosa timidez.
¿Qué queréis de mi,
efímeras olas?
Como podéis ver,
el tiempo pasó para bien,
regresad tranquilas y dad fe,
que hoy,
primer día de playa,
luce el sol,
mis ojos se empañan
y yo…
yo no vengo sola.
Àngels Orad.
Precioso poema, Ángels.
¿Qué tendrá el mar que nos inspira y enamora?
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias por tus palabras. El mar es inmenso, como las dudas que albergamos a veces.
Es magnético. Un abrazo.
Me gustaMe gusta