Te irás dejando ambiciones quebrantadas
y yo, nada he de reprocharte.
Pensaré que fuiste bueno.
Huirás entre el jolgorio de la gente,
el cava,
los disfraces,
campanadas y uvas dulces.
Y pensaré que fuiste bueno.
El lunes venidero,
a eso de medianoche
daré gracias a Dios,
por cada uno de tus obsequios.
Y sabré que fuiste bueno.
Al que llegará, flamante,
pero de certidumbre pleno,
le rogaré tan sólo
que preserve lo que tengo.
Y pensaré que va a ser bueno.
Le pediré que no me falten,
tu sonrisa en mi camino,
el abrazo de un amigo
e incólume fe cuando las fuerzas no me alcancen.
Y pensaré que va a ser bueno.
Os deseo un magnífico 2019.
Anmarí D’aro. 🔐
Deja una respuesta