Mi boca que no calla
y dice lo que piensa,
a veces de mujer
a ratos niña buena,
se curva hacia las nubes
cuando siente que la observas.
Te miro,
sublimo tu perfume
apenas sin distancia,
mi nariz te roza
y mi boca que no habla,
se deja poseer;
ambrosía, yerbabuena, miel,
así, saben los besos de tu querer.
Anmarí D’aro. Derechos reservados. 🔏
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