Hoy desperté entre recuerdos del pasado,
a mi alrededor por un momento,
todo fue extraño.
Tras un sueño inquietante
y sin darme cuenta,
un beso con dulzura,
que en mi boca prendiste,
me devolvió a la vida.
Discerní, en dos segundos,
que aquel hermoso ángel
que creí ser mientras dormía,
no era yo,
eras tú cuando narrabas
mil historias conocidas,
y yo, muy quieta a tus pies,
me deleitaba en escucharte,
pues me pirran, como sabes,
tus relatos,
David Lizandra Ibáñez.
Anmarí D’aro. Derechos reservados 🔏.
(Foto tomada de Internet sin ánimo de lucro).
¡Hermoooso!
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Gracias!
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