¿Qué falla? ¿Por qué hay malvados qué se creen que somos de su propiedad?
Cuando una relación se acaba no hay culpables; deberían quedar tan solo dos personas que no congeniaron. El resultado jamás debería ser un asesino y otra mujer muerta. Por ella (Sagrario) y por las que se fueron, no dejemos de pintarnos los labios.
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NI UNA MENOS.
Pinta tu hermosa sonrisa,
barre el miedo de ayer
y no aguantes sus peros encima,
hay rosas blancas por doquier.
La rabia y el llanto
a pocos irás soterrando,
desgraciado él, que por satán,
olvidarás sin eximir.
Esperada hazaña será
no sentir pena,
aunque ahora camines
encima de cristales rotos
y te bañes en locura hiriente,
respira, no estás sola.
No obedezcas a nadie ni a nada.
No lo esperes, ni a él, ni al timbre.
No lo veas.
No lo oigas.
No lo justifiques.
Respira, no estás sola.
Pinta tus labios.
Grita, ni una menos.
Anmarí D’aro.
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