Y anotaré en mil mamotretos
el daño que hicieron tus vocablos,
maldito sabelotodo,
hiriente acólito de Belzebú,
más en festín de Prometeo,
al amparo de la noche,
desterraré sin derroche
que una vez exististe
y librándome del humo
olvidaré tus reproches.
Mamotreto

Deja una respuesta